TESTIMONIOS

Hablar de Bernat Román, es para mí un gran placer y una gran satisfacción, ya que desde muy pequeño comenzó a venir a mis clases de pintura que yo daba en Tavernes y en otros pueblos de la Comunidad Valenciana. Bernat, entraba el primero y se iba el último. Desde el primer día destacó por sus capacidades artísticas. Siempre ha tenido una creatividad desbordante.

Pinta, dibuja, modela, talla, ... Tanto crea una cuadro, como una escultura o una falla entera.

Ver una creación suya siempre me emociona.

Me traslada fuera del tiempo y del espacio, y me demuestra que se ha convertido en un maestro. Desde el primer día, he seguido su trayectoria. He visto como ha triunfado en todo lo que ha hecho. Trabajador incansable.

Me enorgullece haber sido su primera maestra de dibujo y poder decir que tengo la suerte de conocer a uno de los artistas más polifacéticos de la Comunidad Valenciana, y los más importante, una gran persona. Gracias Bernat por tu amistad.

Para mí siempre serás mi "niño artista".

Pilar Bixquert​​


Álva Cortell

Conocí a Bernat Roman en su etapa de aprendizaje artístico fallero en
Carcaixent.Nuestro vínculo siempre ha sido el mismo: Ber el pincel y yo el lápiz.
Ver una llamada entrante suya implica una charla cercana y familiar de dos amigos

como cualesquiera otros. Eso sí, sabiendo siempre que al final se te va a plantear un reto,

la mayor parte de las veces desconocido. Con Bernat he aprendido que se pueden hacer proyectos de lo más variado, de
fallas oficiales, de hogueras oficiales, de mercados medievales, de ferias de
artesanía, de talleres artesanos, de exposiciones e incluso de rotondas. Algo me dejo, seguro.


Esta amistad ha hecho que, con el tiempo, haya pasado a ser depositario de parte de la su obra.
Todo empezó con los cuadros que cuelgan en mi casa, regalo de boda. Era la
época en la que Ber seguía con sus inquietudes creativas, pero ya inmerso en el
mundo fallero. Sus cuadros combinaban cartón de falla, cuerdas,o pinzas con
sombras y efectos manuales.

Su evolución se ve claramente en las fallas, se adaptó rápidamente al paso del 'difuminado'

antiguo al estilo del trazo claro y los colores vivos de las nuevas fallas.

Pero dentro de Ber siempre ha estado el moldeador, el escultor.

Primero sus remates falleros, desde los clásicos a los rompedores,

luego a sus entrañables piezas con las que permitía a los pequeños hacer sus talleres; sus búhos, elefantes y demás.

Con esto iba funcionando, pero no se puede frenar una capacidad creativa como la suya, no la puedes aparcar. Y llegó la arena, las pruebas en figuras algo más grandes como fueron sus meninas, o las pajaritas. Ber volvía a sus orígenes, la playa, el mar...la arena.

Cuando el control del material estaba en sus manos llegó el paso final (hasta ahora), las figuras grandes. Su menina, la pajarita, Leonardo, la gárgola y muchas más han hecho que su evolución pase de lo grande en las fallas a lo pequeño en sus figuritas y vuelva a lo grande.

Ahora sólo cabe esperar a saber qué será lo próximo aunque seguramente sea una reunión de amigos ante una mesa. Mantener a sus amistades y hacerles partícipes de sus proyectos es una de sus mejores obras.

Alvar Cortell

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